SU GRITO, TU SILENCIO
- quieretelibre
- 6 dic 2018
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 10 dic 2018
No mires su móvil,
no leas sus mensajes,
no quieras explicaciones
por lo que cuelga en sus redes sociales.
Que le pidas la contraseña del teléfono
no quiere decir confianza,
quiere decir control.
No es tuya porque ni es objeto
ni propiedad privada.
No te burles de ella delante de nadie,
nunca le faltes el respeto,
jamás la insultes.
Cualquier cosa que sepa a obligación
no es amor.
Los celos no son amor,
la posesión no es amor,
la superioridad entre dos iguales no es amor,
el sacrificio jamás será amor.
Si algo hace daño
no se puede llamar amor.
Quiérela así, imperfecta y libre.
Si no, ni te molestes.
Ama sus alas,
ama su cielo,
ama su vuelo
y nunca pretendas ponerle cadenas.
No pidas que te entregue lo mejor de ella,
más bien trata de hacer que te lo regale cada día.
No tienes derecho a exigirle nada,
ella te dará lo que le dé la gana
y, si la conoces un poco, lo más mínimo,
sabrás que será todo;
será su mejor versión.
No quieras cambiarla,
pues seguirá siendo la misma de la que te enamoraste
el primer día.
Su amor
no es sinónimo de cárcel,
sino, más bien, de libertad.
Ojalá que tú nunca
quieras cortarle las alas
que tanto le ha costado construir.
Ahora que ya bailas. Miguel Gane.
Comments